MI IMPERIO
Mi imperio era ser yo.
Tú sólo deslumbraste al
sol ese enfático día
con tu enfermizo oro.
Y me dejé caer, sola,
por la borda.
Quiso el reloj desgranar
la arena
y el agua se tornó en
cielo.
Y así fue…
Me ahogué en tu risa.
Capitalizaste cada una de
mis fronteras.
Ese día las nubes
lloraron sal
en mi mar muerto.
Recuerdo cada asedio a
mis risas,
las ruinas, el polvo…
mordí mi sangre.
Empalidecida se quedó la
costa brava
y sin faro quise zarpar,
sin anclas, sin velas,
sin viento sobre las
alas.
Mi imperio era ser yo.
Y tu bandera se
desvaneció
entre las azoteas de los
árboles,
en las salpicaduras de
hielo,
en las llanuras de tus
silencios,
en los prismas de tus
maneras.
Entonces decidí
reconquistar
con mi primavera
las cenizas que inundaban
mis raíces
y cada flecha que dio
diana,
despojando de hiedra las
paredes,
revolviendo los bolsillos
rotos…
Me descubrí cosiendo
nubes grises.
Digamos...
que me descubrí
simplemente.
Y ahora
soy desnudez.
Y ahora
soy mi imperio.
23/6/13
